Si Dios en su infinita bondad siempre borrachos nos tiene,
será porque así nos conviene,
¡Hágase su voluntad!
Poeta, trovador y loco. Viejo indecente. Perdedor nato. Contrapeso de quienes se creen "un chingo". No tengo dinero, pero siempre consigo cerveza, whisky y cigarrillos. Feo de a madres, pero no me falta con quien mojar la brocha. Alter ego literario. No todos los excesos son "tan" exactos, pero mi hígado marchito y las inyecciones de penicilina contra la gonorrea dicen lo contrario.
Si Dios en su infinita bondad siempre borrachos nos tiene,
será porque así nos conviene,
¡Hágase su voluntad!
Después de esa primera vez con Elizabeth, comenzamos a salir más o menos seguido. A veces iba a su casa o ella iba a la mía. A mi me gustaba cuando iba a su casa, porque si algo se torcía y nos enojábamos, me podía largar de ahí al momento. Llegados a éste punto, nunca había terminado en su entrepierna. Yo lo deseaba mucho, pero por cualquier razón, nunca se consumó. Pero no me importaba. La verdad es que yo la pasaba muy bien con ella. Hasta que un día me dijo que tenía que regresar a su tierra, Monterrey; debido a que su abuela se encontraba muy mal de salud y posiblemente no duraría mucho más en este plano terrenal.
-¿A qué hora sale tu vuelo? Te puedo llevar al aeropuerto.
-Me voy muy temprano, Javi; no quiero molestarte.
-No hay tal. Quédate en mi casa y así nos vamos de ahí al aeropuerto. Está más cerca que de tu depa.
-Está bien.
-Pero ya sabes, solo tengo una cama.
-Eso no me importa, ya lo sabes -me respondió con una sonrisa.
Llegamos a mi lugar alrededor de las 8 de la noche, procedentes de su depa. Traía un par de maletas, muy grandes, lo que me indicaba que se iría por un buen tiempo.
-¿Por qué llevas tanta ropa? ¿Acaso ya no vas a regresar?
-Claro que regresaré. Sólo que no sé cuánto tiempo me tarde y no quiero estar durante todos estos días con la misma ropa.
Soy escritor de la vieja escuela.
Me gusta arrastrar la pluma, escribir en papel y máquina de escribir.
No estoy peleado con la tecnología, pero no soy adicto al celular. Hay quienes les gusta podrirse el cerebro con tiktok. A mí me gusta podrir mi hígado con 🍺🥃 mientras escribo poesia oscura o tengo sexo con alguna mujer, o simplemente 🥃🍺.
Internet y la demás parafernalia digital, es una herramienta, un fin para un medio. Quién lo haga su destino, bueno, salud por ello y que le vaya chido.
Elizabeth es
mi alma gemela,
nuestro amor es
contra toda prueba.
Su cabello, sus lunares,
su hermosa sonrisa,
hace que no me tome las cosas
con demasiada prisa;
al contrario,
paseamos con calma
de cara a la brisa.
Somos complemento,
pero no estamos atados,
y aunque estemos enamorados
sabemos que se puede acabar,
en cualquier momento.
Te quiero, Elizabeth.
Te quiero mucho.
Y aunque separados,
Siempre estaremos juntos.
El que a este mundo vino y no ha tomado vino, ¿a qué chingados vino?, pienso mientras escupo un diente en el lavabo del baño del "Garganta de Lata", después de haber tenido una diferencia de opiniones con el puño de un extraño.
No soy un borracho pendejo cualquiera.
Soy un borracho pendejo cualquiera exitoso.
Pos éste... 🥃