Poeta, trovador y loco. Viejo indecente. Perdedor nato. Contrapeso de quienes se creen "un chingo". No tengo dinero, pero siempre consigo cerveza, whisky y cigarrillos. Feo de a madres, pero no me falta con quien mojar la brocha. Alter ego literario. No todos los excesos son "tan" exactos, pero mi hígado marchito y las inyecciones de penicilina contra la gonorrea dicen lo contrario.